31 de Diciembre último día del año, tan lejano que parecía desde Enero. Mañana 2012 otra vez Año Nuevo repleto de nuevos propósitos, de nuevas intenciones (que no significa que todas tengan que ser buenas), de metas por alcanzar, de sueños que cumplir, de personas por conocer……….Un año nuevo para llenar una nueva vida, visto así no está tan mal.
Esto me lleva a hacer un balance rapidito del año que se escapa, por valorar que ha sido lo bueno y lo malo que ha ocurrido y también es inevitable pensar con un poco de miedo por si aquello de “vida nueva” conlleva perder lo bueno que tenía hasta ahora.
Ha sido un año movidito, como todos. Breve y sin embargo en el que he tenido la oportunidad de vivir muchos momentos memorables. Intenso, por encima de todo. Uno de los mejores, porque tampoco tengo mucho donde poder elegir todavía. Y es que, como ocurre siempre, ha habido de todo. Cosas buenas, noticias geniales, experiencias irrepetibles, viajes inolvidables, personas inolvidables también, días perfectos con compañía irremplazable, momentos de esos que deseas que nunca acaben, conversaciones que quedarán para el recuerdo, buenos consejos, sonrisas, risas, sonrisas. Por otro lado, como no podía ser de otra manera, puesto que sabemos que no todo puede ir bien, también ha habido momentos grises, días negros en los que se te hace imposible ver más colores que ése, malas rachas, decepciones, quizá alguna caída de las que a veces tanto cuesta levantarse, todas esas dudas que se hacen al mando de la cabeza y que impiden pensar correctamente, sueños rotos que a menudo abundan, malas noticias, acontecimientos que nunca desearíamos que se desarrollaran de esa manera, enfados, pérdidas que duelen cada día, heridas que no consiguen cicatrizar y que siguen escociendo como el primer día, lágrimas, lágrimas, lágrimas…….Lo típico.
Cada cual amolda su historia personal a su vida. Hay demasiados instantes que he vivido este año, tantos, que materialmente imposible acordarme de todos. Encima irónicamente, siempre se nos quedan grabados mejor los peores momentos, como si a una parte de mi le gustara seguir pasándolo mal aunque todo esté ya hecho.
Sinceramente, a mí el año me ha gustado, así en general, por mucho que haya habido momentos, meses, muy duros. Haciendo un breve repaso……Mientras intentaba avanzar en este camino cuya meta desconocemos, en este camino hacia ninguna parte, intentando crecer, madurar, ha habido de todo, como ya digo. La rutina y el trabajo han sido protagonistas de gran parte del año, pero no puedo olvidar las vías de escape, fiestas, alguno que otro sábado que hacían y hacen que me olvide que el lunes hay que volver al deber. La primera mitad del año, bastante malo, demasiados contratiempos……..también puedo decir que todo se complicó durante los últimos seis meses. Un paso en falso, arriesgarse, se destruyen amistades, arriesgarse, arriesgarse y volver a arriesgar, dejarlo todo por algo nuevo, invertir en ¿futuro? Pues sí que he llegado lejos. Esperar, esperar, seguir esperando. Un mes, otro mes más, todo se acaba. Todo. Hasta el punto de quedar destrozada. Pasan los días y las cosas van mejorando, hasta el punto de que a priori, parece ser que todo es como antes, buenas relaciones, buenos amigos. Sin embargo yo sé que no es así. Nada volverá a ser como antes aunque eso quizá no implique que tenga que ser necesariamente peor.
Si, cambios, quizá sea una las cosas más notorias que este año deja tras de sí. Entre medio, la pérdida para siempre de un ser querido, de alguien muy cercano. Dura, dolorosa, irremediable.
En fin, demasiadas sensaciones, demasiados sentimientos, para resumirlos en una entrada de blog.
Propósitos para el año que viene: cambiar mi mundo, ser mejor persona, hacer todo lo que esté en mi mano para que las cosas sean más fáciles, pensar un poco menos ser un poco menos autocrítica y disminuir mi nivel de perfeccionismo, luchar por lo que quiero, no rendirme nunca, mejorar en todo, aprender, enseñar, aprender, si, aprender todo lo que pueda.
Pero sobre todo, seguir viviendo todos y cada uno de los buenos y malos momentos que integren el año con la gente que quiero. Con aquellos que están siempre ahí a pensar de las dificultades. Con esa gente que tanta falta me hace. Con los amigos. Con la familia. Con los que hacen que nunca me rinda, que cada día sea más fácil, que siga siendo yo. Con los que me enseñan que aunque a veces no lo parezca, esto vale la pena.
Gracias a todas esas personas que de un modo u otro han sido parte de mi vida durante este año.
Feliz Año Nuevo.
