miércoles, 6 de julio de 2011

Debatiendome entre la vesanía..............

Siempre me ha encantado sumergirme en los rincones más remotos y empaparme de su esencia. Hay días que todavía disfruto como niña por las calles imaginando los actuales cafés repletos de turistas, poblados de almas bohemias……Músicos callejeros, pintores fracasados, musas frívolas, escritores filósofos, prostitutas caducadas, poetas iconoclastas, genios bipolares, amigos oportunistas, maestros beodos, teóricos noctámbulos……… Protagonistas de la historia.



Mi imaginación se desborda reflejándome retratada con mirada perdida y trazo firme, podría satisfacer mis aspiraciones artísticas debatiendo el papel del periodista en la historia y el compromiso político, podría recorrer derroteros surrealistas descontruyendo mi realidad e inventándome un mundo onírico con recortes de mi vida en el tiempo en lo que me tomo una taza de café.



Y termino extrapolando toda mi existencia, ya no hay espías a quien desenmascarar.



Sería genial………Y es que no lo puedo evitar soy una romántica y esta época no está hecha para mi. Demasiados Zaras, Carolinas Herreras, demasiados móviles con conexión a Internet, demasiados iPads, iPhones y GPS, demasiada telebasura y una ausencia aterradora de conversación inteligente. Y es que me sobran visitas guiadas y me faltan largas tardes de sobremesa. Me sobran aglomeraciones y me falta tiempo porque me he creado demasiadas necesidades, me he cortado las alas a la imaginación y a la locura.



Pero la verdad sea dicha, volver al pasado no me va a devolver el alma.



Porque siempre anhelamos lo inalcanzable. Al igual que amamos desesperadamente a quien encuentra tropiezos al correspondernos; al igual que entregamos la vida para alcanzar un estatus social que no nos hace felices……Perseguimos aquello que se nos escapa entre las yemas de los dedos. Vivimos ilusiones.



Este sentimiento que me hace debatir entre el sol, el verano, el calor, la etapa que vivo que me ha reestructurado el tiempo, los cristales cambiando de tono, de color y de intensidad, la falta de tiempo y a veces interés para escribir. En fin que el prisma ha cambiado y no encuentro el sentido que encontraba en las cosas. Y en este punto del camino me encuentro.