sábado, 11 de octubre de 2008

Poseìda



Me escuché decir en voz alta: ya tengo uno de esos………para qué quiero comprarme otro? Además de caro! Pero claro esa voz susurrando en mi oído izquierdo:


-que diseño!

-mira esas curvas!

-juegos, fotos, videos, música…..

-Naranja!!!

-No, mejor violeta!!

-El azul, el verde!



Rayos siempre es lo mismo.

Mi cerebro colapsado pensando en 16 GB……el cuerpo rígido, la adrenalina comenzando a fluir por mis venas, la ansiedad invadiendo mis sentidos y mis manos ya estaban sobre el blíster.

Tan pequeño, tan frágil, aparatito al fin y al cabo……………

-¿Qué no tendrías que estar buscando un libro?

Esa voz en mi hombro derecho; psssttttt segundito ya vamos, al fin que sólo estoy tocando.

No sé que explicación darle a ese impulso que repentinamente me llevó a querer tocarlos todos, sentía el rostro ardiendo y ya estaba pidiendo a la empleada que me los mostrara, ella con cara de pocos amigos dijo que todos eran iguales que la diferencia era el color.

¿Yo?

En una extraña dimensión desconocida, desde ahí le lancé una mirada furibunda que afortunadamente detuvo el monólogo que ya sostenía ella sobre no se que cosas, en realidad ni la escuchaba. Lo de menos era el color o la suma que gastaría que al fin y al cabo eso para las obsesiones es lo que menos importa.
Verdes, azules, plata, negros, lila, magenta, naranja…………….mi cerebro procesando a 1000 revoluciones por segundo calculando posibilidades, buscando combinaciones, imaginando…………………mi sentido común? Debí darle un puntapié en el preciso instante en que mis manos acariciaron el aluminio.

Y esas voces una en mi hombro izquierdo otra en el derecho……………….¿que no saben callarse en los momentos decisivos? Este era un asunto importantísimo que definiría el rumbo de mi existencia. Pero como la que manda soy yo puse oídos sordos y me propuse ser quien eligiera……………..mis ojos ya iban ya venían saltando entre uno y otro, mis manos ya tomaban ya soltaban al final me decidí por un Ipod Nano naranja 16 GB una belleza!!!! Luego no se que ocurrió me vi pagando una considerable suma de dinero y recibiendo a cambio un minúsculo aparatito empacada con sumo cuidado al cual estreché entre mis manos para cerciorarme una vez más que era real.

Lo llevé a casa necesitaba estar a solas cuando lo sacara de su empaque, aspirar ese aroma a nuevo ahhhhggggggg debo estar perdiendo la razón no era naranja!!!!! Era negro, tan negro como mi mal carácter despertando de prisa; ahhhhhhhh esta vez esa empleada me iba a oír. MOMENTO!!!!!!!! Jejejejeje al final mi otro yo se impuso, o mi sentido común me boicoteó y en algún momento (no se cual) pedí uno negro. Ainssssssssss.

El resto es historia, llevo cinco días imaginando que música meterle a mi Ipod, pensando en todas las posibilidades lo conecté a mi lap y Eureka!!!! Funciona!!! Biennnnnnnnnnn ahora ando hipnotizada con ese aparatejo. Lo oigo a todas horas y me la paso inventariando que canciones me hace falta por meterle. A ratos parezco autista pues las decenas de canciones se suceden una a otra, ajena a cuento sonido sucede fuera del par de audífonos que ya parecen una extensión de mi cuerpo. Vamos que yo del libro que buscaba ya ni me acuerdo!

A veces una pequeña brisa de sentido común me recrimina el tiempo que paso conectada a un pequeño aparato demoniaco como ese, o el haber perdido la voluntad al adquirir algo que realmente no necesitaba……………para consolarme un poco le obsequié el antiguo a mi sobrino favorito que luce tanto o más desorientado que yo; alguna vez escucharon la voz de la maestra de Charlie Brown? Así más o menos suena mi hermana, total que nosotros ni nos enteramos de que es lo que dice solo sé que gesticula y manotea, con un cabreo que supera los 99 grados.

Descubrí que dentro de mí habita un ser materialista que se preocupa por andar cuidando un artilugio de la modernidad para que no se raspe, no se descomponga, no se maltrate, es fastidioso pero lo hago. Para colmo no es la primera vez, me pasó igual con mi lap, mi teléfono móvil y el auto. En mi defensa puedo argumentar que lo hago porque las cosas cuestan y sería tonto no cuidarlas, aunque algo me dice que debería preocuparme más por vivir la vida y contar alguna que otra anécdota que por andar cuidando mis pertenencias.

A ratos me invade la angustia, no puedo evitar dejar de pensar en la cantidad de memoria que estoy usando para guardar tantas canciones, me preocupa que me asalten y me quiten mis cosas pero sobre todas las cosas me asusta de sobremanera el que la fiebre del Ipod no se me pase rápido. Este texto es una muestra fehaciente de lo mal que me encuentro pues estoy escribiendo a toda prisa con tal de ir rapidito a seguir ocupándome en el apasionante mundo de poder almacenar 4000 canciones en una cajita de tamaño risible.

No importa si el diablo me tentó o mi debilidad por los 16 GB , lo que me preocupa es si seré capaz de volver a mi antigua vida……………….aún así debo decirlo no me arrepiento ni tantito.

Ya volveré por aquí, si es que el Ipod me deja.