sábado, 9 de enero de 2010

Josè Luis Pèrez-España. Sin copiloto no hay capitana.




Hace tres años murió mi amigo, mi cómplice, dejando desdicha y tristeza………..Recordando el ayer volvió a sonar una vez más el sonido de su voz en mis recuerdos.

Murió dejando un gran vacío, alegrías y pesares compartidos…………nos volvimos amigos una tarde y compartimos mucho tiempo juntos, lado a lado, frente a frente……

Fue un hombre genial, aficionado a la pintura y a la música, lector infatigable y algo crédulo, enemigo de todo dogmatismo, flexible, tolerante, liberal, ecologista, un conversador de todo; solíamos pasar horas riendo, soñando, volando, discutiendo miles de cosas de las cuales sabíamos o no, siempre terminábamos aprendiendo.

Tuvo el tiempo y la paciencia para escucharme, con él me atrevía a decir tonterías y reír por el solo hecho de saber que de tonterías también podíamos reírnos. Él pudo ver a través de la distancia desnudando mi alma sin temor a decepcionarlo, fue duro y tierno al mismo tiempo y fuerte en los momentos en que yo estaba equivocada dándome la contra cuando me sabía dueña de la absoluta razón, sabía discutir en los momentos en que me cerraba y me volvía terca y empecinada en algo.

Murió mi compañía en batalla, mi copiloto, el que siempre estaba ahí y soportaba mis malos ratos y quien muy a mi pesar siempre conseguía hacerme estallar a carcajadas cuando apenas amanecía.

Su amistad incondicional fue aleccionadora por el tiempo y las circunstancias y así encontramos que nuestra historia contada en primera persona funcionó como espejo permitiéndonos ver hasta las mismas entrañas y encontrar que se es fascinante y que hay días que los relatos se vuelven contradictorios, feroces, misteriosos y subyugantes……… hoy en un íntimo soliloquio donde acudo como voyeur silencioso recuerdo esos días; me hubiera gustado una muerte más lenta, más esperada, que nos permitiera jugar a las cartas mientras esperábamos por ella…………………..no pudo ser.

Nunca llegaste a la cita del viaje donde seríamos piratas…………………………


La Reina del Sur todavía te sigue extrañando.